Centro tecnológico Leitat

Barcelona, España

Detalles del proyecto

Año: 2014
Superficie: 3.824/4.468 m²
Presupuesto: 4.655.152€
Estado: Construido
Tipología: Terciario, Oficinas
Fotografía: Antonio Navarro Wijkmark,  Lourdes Jansana , Janka Félegyházi

Más información

Sello de evaluación VERDE. Calificación 4 hojas.
Primer premio concurso restringido de proyecto.

Situación

El edificio se ubica en el Distrito Innovador 22@ de Barcelona y está destinado a la investigación aplicada, en los ámbitos de Biotech, Nanotech y nuevas tecnologías.

El proyecto activa la eficiencia constructiva, de instalaciones y de materiales para generar un nuevo espacio urbano. A través de la optimización constructiva (eliminando elementos como el falso techo, suelo técnico, retornando el aire por los alveolos de las placas del forjado), el edificio consigue aumentar una planta más respecto lo permitido inicialmente por la normativa. Ello, sumado al voladizo del volumen principal, permite generar una nueva plaza urbana que se cede al distrito y permite acceder al centro de la manzana.

Ello hubiera sido inviable sin la aplicación de conceptos innovadores, que permiten además compactar significativamente el edificio, aumentar la flexibilidad de sus espacios y por tanto reducir los costes de construcción, operación y mantenimiento.

La fachada del edificio propone una continuidad urbana no figurativa con la textura de la piel de la ciudad tradicional.

El edificio ha sido pensado para actuar como interface o equilibrador entre las condiciones del clima exterior y el interior, como una membrana que filtra e intercambia con las condiciones del entorno. La fachada es una envolvente eficiente que da respuesta a los requerimientos físicos de la edificación: estructura, tamización, luz natural, vistas, aislamiento y subministro de servicios. La fachada incorpora una película de nanopartículas que reduce la contaminación de la ciudad.

Los sistemas constructivos son componentes independientes que se pueden producir industrialmente y que tienen en cuenta todo el ciclo de vida para conseguir un cuerpo edificado muy flexible a los usos posteriores, facilitando incluso su deconstrucción.

La estructura metálica actúa como una viga en celosía integrada, donde se apoyan los forjados de las plantas compuestas de una única luz que va de fachada a fachada. Ello, conjuntamente con la circulación perimetral de las instalaciones, permite unos espacios amplios y libres de elementos de estructura e instalaciones. De este modo se garantiza un uso simple y flexible.

El edificio ha obtenido una certificación energética A y una certificación ambiental Verde 4 hojas del Green Building Council.

En este edificio, la reducción de materiales, costes y consumos de energía es compatible con un impacto positivo tanto a nivel urbano como funcional.