En edificación existen procesos constructivos que permiten controlar costes, reducir plazos de ejecución y mejorar la calidad y el impacto ambiental de los edificios. Ello pasa por aplicar lógicas industriales al proceso constructivo mediante sistemas y procedimientos que ya existen en el mercado y que pueden ofrecer prestaciones muy superiores a los sistemas convencionales.

Tradicionalmente los edificios se han construido mediante elementos estructurales de hormigón in situ y fachadas cerámicas, con un proceso de construcción lineal que no permite solapar trabajos y por tanto con una gran ineficiencia de ejecución.

Dificultades de los sistemas tradicionales de construcción:

  • No se pueden iniciar los trabajos de construcción hasta que no se ha terminado el movimiento de las tierras, la contención y cimentaciones.
  • Los plazos de construcción de la envolvente, principalmente de las fachadas retrasan y complican la ejecución de los trabajos interiores.
  • El trabajo de los operarios queda sujeto a unas condiciones climáticas y de seguridad difíciles de controlar.

Frente a ello existen todo tipo de elementos estructurales y de cerramiento industrializados, con los cuales hemos realizado buena parte de nuestros edificios. Utilizando convenientemente estos sistemas se logra una disminución de los plazos previstos del orden de un 30%, un aumento de las calidades y un control efectivo de los costes.

Cuando la cimentación está preparada, inmediatamente se puede montar la estructura en 2-3 semanas, y a continuación montar los cerramientos en otras 2-3 semanas, para empezar ya los trabajos interiores en garantías.

Reducir el plazo de construcción adquiere hoy una importancia substancial. Si a ello se le añade el aumento de los estándares de calidad demandados, el necesario control de costes y la progresiva relevancia de los parámetros ambientales hace que optar por estos sistemas y procedimientos tenga hoy más sentido que nunca.

Según nuestra experiencia, a menudo es conveniente optar por sistemas industrializados bidimensionales en lugar de modulares o tridimensionales, para ampliar el número de posibles suministradores y reducir costes de transporte.

Ventajas y consideraciones de los sistemas industrializados:

  • Con sistemas tradicionales una obra tradicional que tarde 15 meses se puede ejecutar perfectamente en 10 meses con procesos y sistemas industrializados.
  • En promociones de gran escala las ventajas aumentan proporcionalmente.
  • Para conseguir una reducción de plazos es necesario gestionar adecuadamente la contratación de los industriales para aprovechar el potencial ahorro.
  • El papel de los técnicos es fundamental, en la definición del proyecto y las previsiones y protocolos de contratación.

Estas ventajas se pueden conseguir para todas las tipologías de edificios y sus diferentes escalas, escogiendo unos sistemas u otros según las especificidades del proyecto.

En próximos post detallaremos algunos de los sistemas que permiten conseguir estas ventajas con garantías.